sábado, 22 de septiembre de 2007

"Hacia una evaluación auténtica del aprendizaje"

Según Pedro Ahumada en su texto "Hacia una evaluación auténtica del aprendizaje" en el segundo capítulo, Ahumada pasa revista a los cambios que han experimentado los paradigmas de la evaluación educativa cuyas transformaciones más conocidas han sido el tránsito de un enfoque centrado en normas, primero, luego, en criterios, para llegar al enfoque de la evaluación con referencia a la construcción de conocimientos que es la postura adoptada por el autor. Asimismo, en este mismo capítulo, se encuentra una interesante argumentación sobre las razones que están produciendo la obsolescencia de evaluaciones basadas en aprendizajes fácticos y aislados mediante formas diversas de pruebas objetivas, en oposición al creciente interés por emplear procedimientos más concordantes con los principios de la evaluación auténtica postulada en el libro.

Pero, ¿cómo concibe Ahumada la evaluación auténtica? Es el tema que aborda en su tercer capítulo y cuya idea matriz podría resumirse así: diseñar “un sistema de acción destinado a regular los aprendizajes donde, entre otras condiciones y supuestos básicos para operar dicha evaluación, debería incluirse los conocimientos previos del alumno, sus ritmos de aprendizaje, la motivación intrínseca y el fomento del pensamiento divergente”.

Puesto que Ahumada descansa en la premisa de que el acto de enseñar y el acto de evaluar son indisociables, la Evaluación Auténtica se refiere a tareas que simulan cambios y situaciones complejas que ocurren en el mundo real. Idealmente, al estudiante se le presentan un conjunto completo de expectativas relacionadas con una tarea y se espera que se involucre en una serie de actividades significativas relacionadas con esta.

Describir una tarea efectiva como cambios no estructurados y roles que ayudan a los estudiantes a ensayar las ambigüedades complejas de la vida adulta y profesional. Ese tipo de evaluación enfatiza la transferencia de habilidades a situaciones poco familiares más allá del salón de clases.
La evaluación auténtica o alternativa nos plantea una nueva forma de concebir los procesos de aprendizaje y por ende procura introducir estrategias y procedimientos evaluativos muy diferentes a las que han predominado en nuestra educación superior. Se trata de un intento de mejorar las posibilidades del aprender utilizando la evaluación como un medio, y generando el acceso a este de la mayoría de los estudiantes.
Consecuente con este planteamiento la evaluación se centra fundamentalmente en recoger vivencias y evidencias sobre el aprendizaje de procesos más que de resultados e interesada en que sea el propio alumno quien asuma la responsabilidad del aprender.
Pienso que se procura que la evaluación no se constituya en un fin, es decir, que solo esté destinada a comprobar resultados, sino, que se transforme en un medio que permita asegurar que las estrategias elegidas para aprender sean las adecuadas y considere los propósitos formativos y disciplinarios que correspondan, respete las características propias de los estudiantes y en suma que sea una respuesta a un contexto determinado que asegure el éxito en el aprender.

1 comentario:

Profesora dijo...

Rodrigo Moraga:
Has hecho un buen aporte en esta oportunidad, te recomiendo mejorar los siguientes aspectos: explicación de las ideas principales y secundarias que propone el autor, mejorar el análisis de la lógica del texto (te dejo un ejemplo) y evaluar la calidad de lo que leíste; esto te ayudará a que desarrolles tu comentario con mayor profundidad.

El autor plantea que el concepto de evaluación se ha ido modificando a través del tiempo y en correlación con las investigaciones que realizaron diversos autores en el ámbito educacional; apuntando en un principio a un enfoque centrado en el comportamiento de los alumnos en función del grupo, posteriormente se le dio mayor relevancia al logro individual bajo ciertos objetivos previamente formulados y por último la evaluación toma un enfoque referido a la construcción de conocimientos.

Lo que se pretende de la evaluación hoy en día es que se centre en el proceso de aprendizaje de los alumnos y para esto se exige una evaluación individualizada y multidimensional, sin embargo esto se opone a la dinámica vigente que prioriza una enseñanza grupal y estandarizada, cuyos resultados de aprendizaje se miden cuantitativamente como una herramienta válidamente científica para calificar el trabajo escolar, dentro de ésta encontramos la teoría clásica basada en la habilidad y comportamiento del grupo frente a un ítem en particular y encontramos la teoría de respuesta al ítem que representa la probabilidad de ser respondidas correctamente por los alumnos.

Pedro Ahumada Acevedo critica las teorías que sustentan este tipo de pruebas con el propósito de generar dudas técnicas en los lectores acerca de la veracidad de los aprendizajes que se ven reflejados en los resultados de dichas pruebas. Este propone un sistema alternativo de evaluación centrado en los procesos, donde la responsabilidad del aprendizaje recae en el alumno, este tipo de evaluación la denomina Evaluación Auténtica, destinada a mejorar la calidad y el nivel de los aprendizajes.

Se pretende tomar conciencia de la creación de estrategias evaluativas y de la práctica de éstas por parte del docente de acuerdo a su propia concepción del enseñar y aprender. A partir de esto, propone los siguientes principios: continuidad y permanencia, carácter retroalimentador, función diagnóstica y formativa, autoevaluación y coevaluación y nuevos procedimientos de evaluación no ortodoxos que renueven el proceso de evaluación. Sin embargo, las innovaciones de las prácticas evaluativas no han sido implementadas en su totalidad en este sistema, a pesar de que estas son conocidas, a nivel de conciencia y actitud existe una mínima aceptación por parte de los docentes, lo que implica que la evaluación sigue siendo centrada en las pruebas.

Tu calificación es un 85.

Adiós, la profesora.